Las nuevas estrategias de comunicación ya no dependen de los medios tradicionales

Comunicación Digital

Las elecciones europeas han sido un tsunami que cambia el panorama político y negar la realidad no lo hace diferente: no salir en los medios de comunicación tradicionales no frena el ascenso de partidos como “Se acabo la fiesta”. Hay un cambio imparable con Internet! ¿Porqué? ¿A donde nos lleva?

Antes de comenzar queremos dejar claro que esto no es un análisis político, si no técnico sobre comunicación digital. Tras revisar cientos de horas de “contenido audiovisual y miles de líneas de prensa tradicional” vemos que no se comprende en absoluto la aceleración en el cambio del paradigma que sufre la comunicación actual.

Lo que parece divisarse con claridad es que la influencia de los medios tradicionales como la radio, la televisión y la prensa es cada vez menor, importando cada vez menos la omnipresente presencia de partidos tradicionales en ella únicamente.

Podemos decir lo que queramos en un sentido u otro sobre el éxito de Alvise Pérez pero lo cierto es que Yolanda Díaz dimite de Sumar y un partido nacido para proteger judicialmente a su creador (lo dice el mismo) sin presencia en televisión ni otros medios (excepto para ser atacado/denunciado) supera a partidos ampliamente conocidos y su “gran maquinaria” como Podemos (3,3% de los votos) o Junts (2.6%) y se equipara casi con Sumar (4,7% de los votos) con su 4,6%. ¿Cómo es posible si no tiene presencia en prensa / televisión y sus cuentas en las “principales” RRSS son bloqueadas?

Pues sencillamente porque lo anteriormente dicho no es correcto, ya no podemos entender el concepto de “principal” como se hacía en antes, Internet ha potenciado una diversificación incontrolable de mecanismos para poder comunicar todo tipo de mensajes donde Telegram, Tik Tok o You Tube tienen una relevancia equiparable.

A ciertos grupos considerados (citando literalmente) como “segmentos sociales hasta ahora ceñidos a desarrollar campañas desinformativas y de troleo a través de las redes” ahora se les toma en consideración. Sin embargo Alvise Pérez no es justamente un recién llegado a la política institucional. 

Fue jefe de gabinete de Toni Cantó en la etapa del actor en Ciudadanos, cuando lideraba un grupo parlamentario con 18 diputados en Les Corts valencianas. Desde su papel en el “backstage” influía en la comunicación y se familiarizaba con las dinámicas institucionales y los medios. Tras la debacle de Ciudadanos y la salida de Toni Cantó hacia la madrileña Oficina del Español, impulsada por Ayuso, Alvise empezó a orientarse en la comunicación política en el mundo digital y a establecer relaciones de colaboración con elementos disruptivos y radicalizados.

Fue entonces cuando Alvise comenzó a conducir campañas financiadas o soportadas por Hazte Oír, descubriendo poco a poco, el verdadero potencial de Internet combinado con los medios tradicionales y comprendiendo a la perfección como la desafección de los jóvenes hacía la política tradicional por la constante caída en la calidad de vida, la desesperanza por un futuro incierto y los innumerables casos de corrupción crecían a la par que su interés por medios y plataformas alejados de la televisión, la prensa o las redes sociales habituales. A la vez, modela un lenguaje de comunicación que SI funciona en medios alternativos.

Alvise continua desarrollando su modelo alrededor de Javier Negre y Estado de Alarma TV (EDA) lo que le lleva a comprender mejor los mecanismos de los nuevos medios de información (desinformación – elija cada lector el término que prefiera, pues es irrelevante para el caso y no vamos a entrar en esto) sino ir más allá, puesto que en este nuevo modelo de transmisión de información directa y visceral que apela a una reacción inmediata, ligado al modelo ultra-rápido de respuesta en Internet (ampliamente estudiado en las redes sociales tradicionales), es llevado a su máxima expresión y mejorado para suplir las carencias habituales.

Ante este modelo, cualquier descrédito hacía un comunicador de nueva generación en un modelo tradicional, donde no se le da la posibilidad de “estar presente”, no hace más que reforzar su propio mensaje y justificar los ataques hacía el,  por ejemplo, al negar una relevancia evidente y demostrable en otras plataformas digitales. 

En su mensaje mezcla realidades negadas por los partidos políticos tradicionales (como la corrupción, la destrucción sistemática de la seguridad social por todos, la pérdida de libertades o la falta de vivienda asequible para los jóvenes, con otros más discutibles y cuestionables desde todo punto de vista) pero aquí es donde llega el problema! Las nuevas generaciones, acostumbradas a un lenguaje rápido, necesitada de argumentaciones veloces y claras que justifiquen o den solución a los problemas actuales,  “han nacido” con una capacidad casi innata para descartar la habitual comunicación política vacía de contenido real.

Ante este dilema de “nueva política que no es política” versus “política falsa tradicional” (lo que engloban todos en “casta” desde la extrema derecha a la extrema izquierda) lleva a los jóvenes (principalmente hombres) a acoger unas ideas directas que pueden ser argumentadas aparentemente en 15 segundos.

Es una argumentación rápida y visceral, criticada por sus oponentes como simple “bulos y mentiras” lo cual, al ser contestado con el mismo simplismo invalida la respuesta. Y así, en segundos, un seguidor de estos nuevos planteamientos frente al desprecio de las denuncias ejercidas por sus líderes, reforzará sus convicciones.


Este nuevo modelo se ha extendido como la pólvora sobre todo en la extrema derecha, partidos anti-sistema y otros partidos que se consideran “outsiders” cosechando en las últimas elecciones europeas un éxito sin precedentes por mucho que hoy aún se quiera minimizar.


Su discurso ni siquiera tiene a veces una “finalidad política pura” y no lo esconden, por ejemplo el propio Alvise justifica su propia actividad en política así frente a su comunidad: “Si consigo el aforamiento europeo, podré filtrar toda documentación similar sin que la mafia partitocrática trate de incoar diligencias contra mí”.

Es decir, se transmite una sinceridad (real o supuesta) muy directa y clara que cala en una población cansada del ambiguo lenguaje político tradicional y además es cierto 100%!: Su elección como europarlamentario hace que las demandas penales que afronta tengan que trasladarse al Tribunal Supremo que, a su vez tendrá que emitir un suplicatorio a la cámara de Estrasburgo para juzgarlo. Por lo que ser elegido le da una impunidad directa que le permite poder seguir denunciando todo lo que considera “corrupción y abusos”, pero no lo niega! En esta nueva modelo no es necesario envolver de “papel de regalo” los verdaderos objetivos.

Pide directamente “amparo” a sus seguidores para poder seguir haciendo su labor de 'justicia', su lucha contra los políticos. Hace triplete su lenguaje parece sincero y “cercano”, sus razones cercanas (paro, violencia, falta de libertad) y sus objetivos también cercanos por cuestionables que parezcan.

Luego a través de plataformas como Telegram, Alvise amplifica sus contenidos, plantea una cercanía inédita en política (nada que ver con un bot de política en X o Facebook) y tiene acceso a una fuente de financiación que aportan sus seguidores. Y todo ello ante la incredulidad de la eficacia de estos medios de comunicación por otros partidos que se limitan a amplificar su odio por estas nuevas vías de comunicar y hacer política,  ya que las usan simplemente como una maquinaria más de difundir sus propios mensajes “unidireccionales” entre millones de cuentas clonadas en granjas de bots (algo que los jóvenes ya detectan fácilmente)

Pero el sistema funciona, Internet facilita todo tipo de plataformas para la “micro financiación masiva” a través por ejemplo de Bizum, Patreon y otros sistemas de donaciones que les han permitido profesionalizar su actividad y centrarse en crear contenido para sus seguidores que crecen como la espuma fuera de los medios tradicionales.

En el fondo Alvise solo ha copiado un modelo que todos los políticos usaban cuando descubrieron el potencial de Internet, pero que algunos como Trump o Milei han llevado a otro nivel y ahora hace que el propio discurso contra ellos les refuerce en vez de dañarles al no entender las claves de la nueva concepción.

No niegan que su forma de “trolear” es controvertida, disruptiva y violenta para alejarse de la conversación política que tanto desprecian, por que la consideran absolutamente vacía de contenido, y Alvise, procesa ese estilo, que ya circula por todo internet, para transformarlo en una estrategia que funciona con la precisión de un reloj.

El uso de la mensajería electrónica por estos partidos y grupos es sublime frente a la política tradicional, han explotado WhatsApp, Instagram, You Tube, Tik Tok, etc pero según les han ido cerrando las cuentas y migrado a plataformas más difíciles de bloquear como Telegram es cuando han encontrado su verdadero estilo.

En aplicaciones como Discord o Telegram tienen abiertos subgrupos de comentarios donde los seguidores dan rienda suelta a sus inquietudes y teorías, dando una posibilidad de interacción directa entre los participantes del chat que forja una comunidad solida y que se siente escuchada, grueso de su bolsa de votantes.

Limitar a atacar a estos grupos de mensajería como simples “pozos de desinformación, de discursos de odio y bulos” es olvidar que detrás hay cientos de miles de jóvenes normales y corrientes que están sufriendo las consecuencias de la actual situación económica y social. Jóvenes y personas de todo tipo (no hablamos precisamente altos niveles económicos y educativos) a quienes a nadie parece importar realmente y que son sistemáticamente insultados y menospreciados por intentar conectar con modelos alternativos tras cansarse de políticas que no les han ayudado.

En comunicación cada denuncia y cada condena a estos foros refuerza la posición de sus participantes que ven como mientras tanto los partidos tradicionales dan la sensación de limitarse a un ataque mutuo, ocultar la corrupción y montar un sistema clientelar que les permita mantenerse en política como un negocio. Frente a esto generan una posición de comunicación donde asumen que ser llamados “fascistas” o “nazis” es un insulto para vincularlos a ideologías que ellos desprecian y que justifica el engaño al que la población es sometida. Esto les permite crear una identidad “comunitaria” que nutren y les ayuda a crecer.

Sus actos políticos heredan mucho del movimiento del 11M se parecen más a “quedadas” ciudadanas que a mítines de partido con su música y luces deslumbrantes, no es falta de medios es algo calculado que transmite el mismo mensaje. 

Al igual que en un metafórico Internet, son mítines donde el candidato siempre está a la altura de los ojos de sus seguidores, es una acción de igualdad con los ciudadanos y que hace sentir a las personas partícipes de un movimiento que realmente desea ser legítimo y deseo de ayudarles como un igual que entiende su problemas.

Desde un punto de aprovechamiento de los recursos de comunicación sencillamente es insuperable. Sin el menor apoyo mediático, lo conseguido por Alvise frente al resto de partidos demuestra lo errado que puede estar un modelo que no esté basado en la constante evolución y comprensión de los cambios en la forma de pensar.

El cambio va a ser inevitable, desconocemos que partidos lograran crecer, desde luego la ultra derecha y los partidos llamados “radicales” van a seguir aumentando en Europa y comunicar que serán un cliché de nazismo, machismo y bulos es no comprender nada de lo que se avecina.

Usar la comunicación digital para atacar sus debilidades sin reconocer que en todos estos nuevos movimientos seguidos por los ciudadanos hay reivindicaciones legítimas, llevará a reforzar el apoyo a estos por parte de unos jóvenes que no ven futuro en un modelo que ha dejado de representarles. La corrupción, las puertas giratorias, la destrucción de la protección social y la sanidad, el “lawfare” y otras lacras es una realidad que arma a estos nuevos movimientos. No importa de cuantos bulos se les acusen, mientras no se ponga fin a los problemas reales que hay detrás, las redes digitales serán sus aliados.

Censurar la comunicación digital y aprobar leyes para acabar con estos movimientos políticos además de ser imposible sin terminar con la propia Internet, deterioraría la democracia a unos niveles inimaginables que justificarían sus postulados, además la red facilita la detección y difusión de injusticias por parte de los ciudadanos. 

Así pues, solo queda una solución: terminar con los problemas reales que hay detrás, dejar de negarlos o culpar al contrario. Si la política tradicional no es capaz, podemos dar por finalizada la actual etapa política en Europa porque la tecnología ha cambiado para siempre el rumbo de la historia en el continente.

Quantum Showroom - Juan Pablo Castillo

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